Un análisis de la historia, el significado y la práctica del oráculo chino más famoso
Introducción
El I Ching, también conocido como el libro de los cambios, es uno de los textos más antiguos y venerados de la cultura china. Se trata de un sistema de adivinación basado en 64 hexagramas, que representan las posibles combinaciones de seis líneas yin o yang. Cada hexagrama tiene un nombre, una imagen, un texto explicativo y una serie de consejos para la acción. El I Ching se utiliza como una guía para la comprensión de la realidad, el destino y la conducta humana.
El origen del I Ching se remonta al siglo IX a.C., cuando el legendario rey Wen de la dinastía Zhou y su hijo el duque de Zhou crearon los primeros hexagramas y sus textos. Posteriormente, el sabio Confucio y sus discípulos añadieron comentarios y ampliaron el contenido del libro. Durante los siglos siguientes, el I Ching fue objeto de estudio, interpretación y reverencia por parte de filósofos, poetas, políticos y religiosos de diversas escuelas y corrientes. El I Ching se convirtió así en una fuente de sabiduría y un símbolo de la identidad cultural china.
El I Ching se basa en la idea de que el universo está regido por el principio del cambio, que se manifiesta en el ciclo de las estaciones, el movimiento de los astros, el flujo de la energía y la transformación de las cosas. El cambio es el resultado de la interacción dinámica de dos fuerzas opuestas y complementarias: el yin y el yang, que representan lo femenino y lo masculino, lo pasivo y lo activo, lo oscuro y lo claro, lo frío y lo caliente, etc. El I Ching ofrece una forma de comprender el cambio y de adaptarse a él, mediante la observación de los signos y las tendencias que se presentan en cada situación.
Los hexagramas del I Ching
Los hexagramas del I Ching son los símbolos que expresan las diferentes configuraciones del yin y el yang en el universo. Cada hexagrama está formado por seis líneas, que pueden ser enteras o partidas. Las líneas enteras representan el yang, la fuerza positiva, creativa y expansiva. Las líneas partidas representan el yin, la fuerza negativa, receptiva y contractiva. La combinación de las líneas da lugar a ocho trigramas básicos, que a su vez se combinan entre sí para formar los 64 hexagramas.
Cada hexagrama tiene un nombre, que suele ser una palabra o una frase que evoca una imagen o una situación. Por ejemplo, el hexagrama 1 se llama Qian, que significa “el cielo”, y el hexagrama 2 se llama Kun, que significa “la tierra”. El nombre del hexagrama indica su esencia, su naturaleza y su significado general. Además, cada hexagrama tiene un texto, que explica su sentido, su origen y su desarrollo.
El texto se divide en dos partes: el juicio y la imagen. El juicio es la parte principal, que resume el mensaje y el consejo del hexagrama. La imagen es la parte secundaria, que describe la situación y el contexto del hexagrama.
Además del nombre y el texto, cada hexagrama tiene una serie de líneas móviles, que son las que pueden cambiar de yin a yang o viceversa. Las líneas móviles indican las posibilidades de cambio y de transformación que se dan en cada hexagrama. Cada línea móvil tiene un texto propio, que se llama el dictamen, y que expresa el significado y el consejo específico de esa línea. Cuando una línea móvil cambia, da lugar a un nuevo hexagrama, que se llama el hexagrama derivado, y que representa el resultado o la consecuencia del cambio.
La consulta del I Ching
La consulta del I Ching es el método que se utiliza para obtener un hexagrama y su interpretación, a partir de una pregunta o de una situación que se quiere conocer o resolver. La consulta del I Ching se basa en el principio de la sincronicidad, que es la coincidencia significativa entre un evento externo y un estado interno.
La consulta del I Ching se realiza mediante un proceso de azar, que puede ser el lanzamiento de monedas, de varillas, de dados o de cualquier otro objeto que tenga dos caras o dos posibilidades. El azar es el medio que permite establecer una conexión entre el consultante y el libro, entre el momento presente y el mensaje del hexagrama.
Para realizar la consulta del I Ching, se debe formular una pregunta clara, precisa y sincera, que refleje el interés o la necesidad del consultante. La pregunta debe ser abierta, es decir, que no se pueda responder con un sí o un no, y que no sea trivial, especulativa o irrespetuosa.
La pregunta debe ser formulada en voz alta o mentalmente, y se debe tener una actitud de respeto, de apertura y de disposición a escuchar la respuesta. Luego, se debe elegir el método de azar que se prefiera, y se debe lanzar el objeto seis veces, para obtener las seis líneas del hexagrama, de abajo hacia arriba.
Cada lanzamiento tiene un valor numérico, que determina el tipo de línea que se obtiene. Por ejemplo, si se usa el método de las monedas, se lanzan tres monedas al mismo tiempo, y se suman los valores de las caras que salen. Si el valor es 6, se obtiene una línea yin móvil. Si el valor es 7, se obtiene una línea yang fija. Si el valor es 8, se obtiene una línea yin fija. Si el valor es 9, se obtiene una línea yang móvil.
Consulta del I Ching –«I Ching Reflection» por fabola está bajo la licencia CC BY-SA 2.0 .
Una vez obtenido el hexagrama, se debe buscar su nombre, su texto y sus líneas móviles en el libro del I Ching, y se debe leer e interpretar su mensaje. La interpretación del hexagrama requiere de una actitud de reflexión, de intuición y de sensibilidad, que permita comprender el sentido y la aplicación del hexagrama a la pregunta o a la situación planteada.
La interpretación del hexagrama no es una respuesta definitiva ni una solución mágica, sino una orientación, una sugerencia y una inspiración, que ayuda al consultante a tomar una decisión, a resolver un problema o a mejorar una circunstancia. La interpretación del hexagrama también implica una acción, una respuesta o un compromiso por parte del consultante, que debe seguir el consejo y el ejemplo del hexagrama, y actuar de acuerdo con su mensaje.
Conclusión
El I Ching es un libro de sabiduría, que refleja la visión y la experiencia de la antigua China, sobre el cambio, el destino y la conducta humana. El I Ching es un sistema de adivinación, que ofrece una guía y un consejo para la comprensión y la adaptación al cambio, mediante la observación de los signos y las tendencias que se presentan en cada situación.
El I Ching es un arte, que requiere de una actitud de respeto, de apertura y de disposición a escuchar, a reflexionar y a actuar, según el mensaje y el ejemplo del hexagrama. El I Ching es un camino, que invita al consultante a seguir el orden y la armonía del universo, y a vivir de acuerdo con el principio del cambio.